La noche es momento de paz y tranquilidad, cuando todo los seres de luz caen en el profundo descanso, los seres de oscuridad se yerguen a tomar la tierra.
Normalmente… esto no me importaría, ah no ser por el pequeño hecho de que en esta noche… yo…
-¡Alto ahí maldita! – gritaban varios sujetos que corrían tras de mi, yo corría tratando de evadirlos y perderlos de vista, pero no había mucha opción, dado que las calles estaban perfectamente paralelas, a donde intentara girar podían darme alcance rápidamente.
¿Cómo me metí en esto…? Ah si… ya recuerdo.
40 minutos antes.
Mi trabajo en el bar del lugar seguía como siempre, sin mayor problema que uno que otro bribón que intentaba pasarse de listo conmigo, a veces maldecía mi figura femenina. Entre mis pensamientos jamás llegué a pensar que aquellos sujetos que varias noches atrás había echado con lujo de violencia regresarían a tomar venganza.
No paso mucho para que mi jefa me diera la orden de arreglar las cosas fuera, para no causar destrozos como la vez pasada. Así pues salí junto con el grupo de rufianes… pero no venían solos, eran 8 en total, los contratistas y sus marionetas… eso es bastante molesto, yo no poseo un contratista así que estoy en desventaja…
…
Si claro…
Los bultos de basura apilados al final del callejón esperando a ser recogidos el día siguiente se ven esparcidos al ser impactados por el cuerpo de una marioneta, a unos metros, en el aire estoy yo, pues había pateado al susodicho, había comenzado.
Contratistas y marionetas, todos amigos entre sí me harían pagar por haberlos retado la ultima vez, ¡ja! Ya quisieran…. Ellos se lo buscaron, además estaban por herir a alguien preciado para mí, no podía dejarlos… cualquiera que fuera el motivo no importaba realmente ahora.
-Vaya vaya… a pesar de ser una lindura es engañosamente fuerte – comentaba un contratista viendo como peleaba a mano limpia contra los otros – sería realmente una lastima deshacernos de ella… ¿no creen?
-Esa mocosa me humilló junto con mis camaradas… no estés pensando siquiera en salvarle el pellejo solo por tener una cara bonita – replico otro de ellos
-¿Quién dijo que sería por su linda carita? – contesto soberbio el que habló primero – esa mocosa… es realmente fuerte… y la quiero para mi, con ella a mi lado… sería virtualmente invencible
Fue entonces cuando los problemas realmente comenzaron… el tipo asesinó a su propia marioneta, con la intención de hacerme suyo. Oh no… no podía permitirme eso, ese tipo… no me merece.
7 vs uno es mucho incluso para mi, por ello emprendí una retirada, corriendo entre las calles esperando perderlos, ya llevan mucho siguiéndome y no les veo intención de desistir, la única forma seria utilizar mis poderes pero… al no contar con una fuente de poder que me respalde sería muy peligroso… ¡al diablo!
Elemento ígneo junte mis manos formando un sello, frené de golpe y di media vuelta, con ello mi cabello onduleó de manera sensual como era mi costumbre, sin perder el estilo, quedando de frente a ellos, tome aliento inflando mi pecho aliento flama de dragón!
Sople el aire que había tomado, los edificios que nos rodeaban eran de entre 2 a 5 pisos. Aun por encima de ellos, la flama que emergió de mis labios pudo vislumbrarse a varios kilómetros. Mi técnica mas fuerte había salido, claro que algunos de ellos fueron mas listos y escaparon, pero al menos derribé a 4.
Caí con una rodilla al suelo, respirando agitado… tsk! Demasiado poder, y sin un respaldo, para mi infortunio el tipo que me quería como su nueva marioneta había salido ileso. 3 tipos frente a mi y yo quedándome sin fuerzas, ¿Qué mas podría pedir? Oh si ya se… una inocente victima que se involucre en esto.
¿Por qué siempre tengo que tener dotes proféticos?
A unos metros de donde habíamos llegado estaba una mujer, de aspecto sombrío y taciturno, mirándonos con una mirada penetrante.
Este encuentro no fue para nada… obra de la casualidad.
-¡No te entrometas mujer! – grito el ampón que me quería para sí, lanzando una ráfaga de viento cortante contra ella.
Yo y mi complejo de Mesías. Salté hacia ella, tumbándola al suelo justo antes de que la ráfaga la alcanzara. Si bien ella podría haberla esquivado… yo, no pude evitarlo.
estas … bien? pregunte evidentemente cansado, ya tenía suficiente peleando contra unos tipos necios como para que ahora también quiera hacerla de héroe, sin embargo, no podía evitarlo… simplemente soy así.
Lun Dic 14, 2009 8:42 pm