Despues de una larga charla [Alone|Reiji (Privado)]

Realmente le encantaba la presencia de la vástago junto a la de él, quizás por eso ha sobrevivido tantos años junto con ella, por su encantamiento irresistible hacia la joven, el cual le ha permitido estar con esta, fue entonces que escucho su voz, pidiendo que se apartase, realmente no lo deseaba y entonces fue empujado por esta, lamentablemente para él... fue apartado, alejándose de ella un par de pasos, lo suficiente como para que esta pudiese salir.

Observo como esta recogía el veneno y lo colocaba en su lugar dentro del refrigerador para después ser empujado nuevamente, aunque esta vez era señal para moverse y seguirla, por lo que asintió levemente con su cabeza.

Comenzó a ser empujado por la vástago hasta llegar a la salida de la cocina para luego ser su diestra tomada por esta y ser jalado hacia la puerta de vidrio que daba hacia los jardines del castillo.

Una vez que esta se abrió, una ráfaga de viento les invadió de inmediato y sin previo aviso, haciendo que instintivamente se abrace así mismo, pues poseía muy, pero muy poca ropa, tan solo una camisa y su ropa interior.

Entonces observo el como esta salia para después ser atraído hacia la joven, saliendo él también hacia el jardín mientras inmediatamente posaba su mirada en la piscina para luego dirigirse hacia Reiji- Sera verdad que el agua es tibia durante la noche? -Le interrogo a la vástago, inclinando levemente su cabeza hacia uno de sus hombros, tan inocente y tierno mientras pestañeaba un par de veces, a la espera de una respuesta ante su interrogante- Tengo frío... y si estuviese tibia... me gustaría estar allí... -Comento suavemente, mientras su cabello se mecía suavemente al compás del viento helado.

Alone siguió desde atrás a la joven, observando el como esta daba pequeños saltos debido a la humedad del césped y del suelo mientras comenzaba a escuchar las palabras de esta con respecto a la piscina y la seguía detrás de igual manera, dando pequeños saltos para evitar lo mas posible lo helado que el suelo se encontraba- Pero... podría ser un sacrificio que en verdad valdría la pena... -Le contesto en ese instante a la vástago mientras de manera inesperada esta comenzaba a correr, sorprendiéndose por aquel sorpresivo acto de la joven.

Obviamente Reiji se alejo de él, dejándolo cercano la piscina mientras esta se sentaba en un lugar aparentemente agradable y desde una gran distancia de este, quien comenzaba a acercarse lentamente hacia esta para poder sentarse tímidamente a su lado, abrazándose por el frío que sentía su ser debido a su alrededor para luego acostarse boca arriba y junto con ella, soportando todo ello por tan solo estar junto con la contratista.

Tengo... frío... -Susurro apenas, su piel se volvía levemente mas pálida producto de ello mientras observaba el cielo hermoso y despejado, observando cada una de las estrellas junto a la luna quienes los iluminaban, entonces se giro hacia Reiji para instintivamente abrazarla sin poder evitarlo, como si se tratase de un pequeño niño en busca del calor de su madre, aunque... esta situación sentimental, era radicalmente diferente a ello- No me apartare de ti... -Musito suave y tiernamente mientras se aferraba a ella.

Sintió el como Reiji le abrazaba, sintiendo su calor y ahogándose en este mientras le abrazaba con fuerza, realmente le encantaba estar a su lado, desde que la conoció siempre había sido así... tanto así que un extraño sentimiento había nacido en él en ese instante, era un sentimiento cálido y fuerte... amor, aunque este aun lo descubriese, si lo sentía y trataba de demostrárselo de alguna manera u otra.

Llevo lentamente su cabeza, ya que ahora deseaba comprobar la existencia de un corazón vivo en ella o no, por lo que lentamente su cabeza se poso en el pecho de la vástago con la intención de oír su palpitar- Es una lastima que no existe una habilidad para detener el tiempo... -Susurro hacia si mismo, audible hacia la joven debido al instante en que ambos se encontraban.

Entonces repentinamente se apartaría de ella, ya que a pesar del calor que esta le obsequiaba, no era suficiente como para evitar sentir el frío del clima a su alrededor y se abrazo hacia si mismo instintivamente- Espero que no me malinterpretes, pero... pero... querrías dormir conmigo esta noche? -Le interrogo suave e inocentemente, pues deseaba estar con ella aquella noche, la deseaba fervientemente en ese sentido, sentirla a su lado, su presencia...

Se mantuvo a la espera de su respuesta mientras la luz de la luna reflejaba su inocente rostro, haciendo que sus orbes azulados fuesen mas cautivantes e intensos mientras las heladas brisas se encargaban de mecer su rubio cabello.

Reiji seguia recostada mirando el cielo, escuchaba las palabras de Alone pero no lo observaba, ella solo suspiraba y suspiraba mientras miraba el cielo atentamente, la joven se levanto al escuchar el ultimo comentario de Alone para prepararse a caminar hasta la puerta para volver a la mansion, antes no detenerse a espaldas del joven.

Mientras le hablaba se percataba de como esta continuaba mirando el cielo como si ignorase cada palabra que pronunciase y naciesen de sus labios para luego observarle nuevamente tras terminar de pronunciar su última palabra, observando el como esta se apartaba de él y se levantaba, viéndole así la espalda desde la hierva, pestañeando un par de veces antes de oír su negativa ante su proposición.

En ese instante sintió como una estaca era clavada en su inocente y puro corazón mientras sus ojos comenzaban a ahogarse, pero sin soltar lagrima alguna en la presencia de la vástago, pues realmente no deseaba incomodarle y de seguro tendría un buen motivo para negarsele, a pesar de tan fría negación ante él.

Entonces observo como esta comenzaba a caminar, alejándose lentamente de él mientras un cumulo de sufrimiento y de tristeza comenzaban a agobiar a su corazón, haciendo que instintivamente lleve su diestra a su pecho para posar suavemente la palma de su mano para que de un segundo a otro aferrarse fuertemente en ese lugar junto con la camisa blanca que llevaba y vestía.

Lentamente comenzó a levantarse, no sin antes alzar una vez mas su rostro hacia el cielo para observar por breves segundos las estrellas y la luna, quienes habían presenciado el rechazo de Reiji hacia este, entonces de manera repentina y en medio de la oscuridad... observo como una pequeña luz se acercaba hacia él, se trataba de una vela y de una mucama quien la portaba, entonces escucho cada palabra que esta pronunciaba, negando con su cabeza ante ellas y sin haberse percatado de que tal vez la vástago aun pudiese encontrarse cerca, ignoraba aquello debido a la oscuridad de la noche- No se preocupe, entrare en un unos minutos mas... deseo caminar un poco, necesito estar solo... -Dijo con su característica amabilidad e inocencia, aunque esta vez fingía debido a la tristeza que le embargaba en ese momento.

Una vez que la mucama se haya retirado, este comenzaría lentamente a caminar, abrazado así mismo debido al frío y poca vestimenta que poseía, mas aun porque comenzaría a caminar descalzo en la fría y húmeda hierba, el césped... hasta llegar a un roble, era viejo y parecía bastante frágil, pero en realidad era bastante resistente y por ello tenia un columpio en una de sus gruesas ramas, en donde este se acerco y se sentó mientras era mecido por suaves y heladas brisas.

Se encontraba cabizbajo y en aparente soledad, soledad necesaria para comenzar a derramar lagrimas en silencio, jamas Alone... aquel chico tan alegre e inocente se pudo ver tan triste y desamparado.

Se mantenía en el columpio en aparente soledad y melancolía, así se sentía en ese instante y comenzaba a interrogarse a si mismo el porque le había seguido ya hace varios años atrás, por que Reiji?, se interrogaba una y otra vez mientras pequeñas e inocentes lagrimas comenzaban a rodar a través de sus mejillas, fue entonces que pudo sentir unas manos por sobre sus hombros, quienes hacían fuerza para comenzar a columpiarlo suavemente mientras comenzaba a observar atrás de él, contemplando así la sorpresa dada, se trataba de la vástago.

Fue entonces que escucho la interrogante de esta, por lo que instintivamente y con los talones de sus pies freno el danzar del columpio para levantarse y girarse hacia ella para después acercarse a la joven e instintivamente abrazarla, limpiándose sus lagrimas en uno de los hombros de Reiji, realmente parecía un niño pequeño ante ella y de seguro el amor que sentía no era nada mas que una simple fantasía, un juego de su cabeza y corazón tal vez... o al menos eso concluía en ese instantes.

Hizo caso omiso a responderle en ese instante mientras se aferraba con ella con fuerza, deseaba sentir su calor- Perdoname.. por ser tan yo... -Musito con voz casi quebrantada debido a la tristeza que le sumergía, quien pensaría que alguien como él escondería una personalidad tan arrasante y cruel cuando es colocado enfrente a la sangre.

Entonces escondió su rostro en el pecho de esta, derramando sus últimas y pequeñas lagrimas por sobre la ropa de esta para que no lo viese llorar hasta finalmente desahogarse y alzar su demacrado rostro hacia la joven, rascándose uno de sus ojos con su diestra.

Se encontraba casi aferrado a la vástago, derramando lenta y suavemente cada lágrima en silencio y en el pecho de esta para luego alzar su mirada y rascarse con la ayuda de su diestra uno de sus ojos mientras comenzaba a escuchar cada palabra que esta pronunciaba para después contemplar aquella sonrisa, haciendo que este instintivamente sonriera de manera tierna y tímida, se sentía tan bien con ella mientras aun estaba aferrado a la joven.

Entonces escucho el como esta le proponía entrar al castillo, por lo que lentamente se aparto de esta mientras asentía con la cabeza, justo en el instante en que una muy helada brisa recorría el lugar, haciendo que este instintivamente se abrazase hacia si mismo.

En ese instante esta tomo de su brazo para luego ser jalado hacia el castillo, en todo instante la observo de reojo, sencillamente no podía evitarlo, le encantaba la presencia de esta.

Se adentraron al castillo y llegaron finalmente a una pequeña sala, el cual parecía bastante agradable y cálida mientras era guiado y acostado en un sofá frente a la chimenea, allí contemplo a Reiji fijamente con sus orbes puros y azulados- Te quedaras conmigo esta noche? -Se atrevió a preguntar finalmente, con aquella inocencia y ternura que siempre le había caracterizado y que la vástago ya conocía bastante bien.

Observo desde el sofá y tras hacer su interrogante el como Reiji se dirigía y se sentaba en un sillón frente a él, en donde podía contemplarla completamente, observaba aquel rostro frió y sereno que esta poseía, el cual parecía ocultar una infinidad de cosas mientras su cuerpo sentía el dulce calor de la chimenea, haciendo que el azul de sus ojos reflejase las llamas mientras comenzaba a escuchar cada palabra que los dulces labios de esta pronunciaban, respondiendo a la interrogante recientemente hecho por este.

Asintió levemente con la cabeza y un poco mas al oír que esta se dispondría a leer un libro, el cual esta fue a buscar para luego sorprenderse al percatarse de que esta estaría a su lado, mantenía su mirada en la chimenea, pero inevitablemente y de vez en cuando la observaba de reojo, realmente le encantaba la presencia de esta... aunque inevitablemente el cansancio comenzaba a invadir su ser junto a un profundo e inevitable sueño.

Con el correr de los minutos este fue poco a poco cerrando los ojos hasta finalmente quedarse dormido sin que esta se percatase al menos pues quizás se encontraba sumergida en el libro que leía.

A los pocos minutos de haberse quedado dormido, anormalmente su cuerpo comenzaba a moverse de un lugar a otro en el sofá mientras que sus expresiones faciales eran de desagrado, se encontraba sumergido en una oscura y escalofriante pesadilla mientras que naturalmente su cabello rubio y hermoso comenzaba a teñirse de un color negro, tan negro como la oscuridad de la mismísima noche y su pecho y respiración comenzaban a agitarse con mucho fervor, al parecer era una pesadilla terrible la que estaba viviendo en ese instante, tanto así que esta siendo capaz de transformar poco a poco al joven en aquella persona que Reiji conoció la noche anterior.

Fue entonces que, de un segundo a otro y de manera inesperada abriría sus ojos llenos de odio, tristeza e ira, los cuales posaría fijamente en la vástago y esbozaría una maliciosa y cautivante sonrisa en sus labios, pues la reconocía y de seguro querría venganza después de lo ocurrido la última vez y mas aun... probar los labios de Reiji los cuales casi alcanza a saborear la última vez.